Los trabajadores debemos reivindicar, en defensa de nuestros propios intereses y los del conjunto de la Nación, el rol soberano del Estado en la intervención de la economía para recuperar la renta que proviene de nuestros recursos naturales.
El desabastecimiento, acompañado por el aumento de precios que generó el paro patronal más salvaje que se conoce en la historia Argentina (¡más de 100 días!), ha sido un duro golpe al salario de los trabajadores.
Lamentablemente, los sectores que iniciaron este conflicto, nunca salieron, ni saldrán en defensa de nuestros intereses, y mucho menos de salarios dignos.
Sin duda, esta situación nos obligará a revisar las políticas salariales, pero seguramente que ni los cacerolazos de la Capital Federal, ni las 4×4 que cortaron las rutas estarán junto a nosotros en defensa de nuestros sueldos.
Hemos vistos azorados y sorprendidos a muchos Intendentes y Presidentes Comunales, cortar rutas y hacer actos públicos desafiantes al Gobierno Nacional, elegido por casi el 50% de los votos. Sí, son esos mismos tipos que nos descuentan los días, nos piden racionalidad y nos califican de inadaptados cuando hacemos una movilización o disponemos medidas de fuerza, hoy cortan rutas y nos niegan el cumplimiento de nuestros derechos. ¿Al final, quienes eran los violentos? ¿No es que ellos no gobiernan solo para pagar sueldos, sino en defensa del interés general? ¿A quién están defendiendo?
Es más, muchos de ellos aun siguen sin pagar la Paritaria y hasta obligaron a los trabajadores de sus municipalidades a concurrir a los actos de protestas, disponiendo asuetos administrativos.
Quienes como en mi caso, hemos estado detenidos, procesados y hasta reprimidos por la policía en conflictos sindicales, no podemos comprender que ningún juez o autoridad pública haya tomado medidas similares con esos funcionarios municipales.
No podemos tolerar más que se requisen vehículos como lo hacia la dictadura militar, que se agreda e insulte por pensar diferente y que se prive de la libertad de transitar bajo amenazas intimidatorias y destructivas, con coerción y hasta con agresiones físicas para forzar la modificación de la voluntad individual. Situación esta que obligo a suspender en varias oportunidades las reuniones de la Comisión Paritaria.
Los trabajadores debemos reivindicar, en defensa de nuestros propios intereses y los del conjunto de la Nación, el rol soberano del Estado en la intervención de la economía para recuperar la renta que proviene de nuestros recursos naturales (agropecuario. pesquero, minero, hidrocarburífero, etc.) la que debe ser volcada al desarrollo social y económico de un país, al que definitivamente queremos con salarios dignos y sin pobres ni excluidos.
Formamos parte de una inmensa mayoría nacional que pugna independientemente de los gobiernos por profundizar la orientación de políticas redistributivas tales como: las retenciones móviles segmentadas a las exportaciones de granos que son absolutamente justas y necesarias, porque la tierra, como todas las riquezas naturales pertenecen legítimamente a la Nación.
A ella corresponden entonces las rentas extraordinarias generadas por los altos precios de los alimentos en el mercado internacional, así como por un tipo de cambio y de precios de combustibles y energía, que son sostenidos con subsidios que pagamos todos. Y porque además la única forma de que un país defienda su soberanía alimentaria es poniendo precios de referencia para la exportación que no desabastezcan de comida la mesa de los argentinos.
Por ello, los invito a leer detenidamente el trabajo que se adjunta a esta nota y que seguramente nos permitirá aclarar, que bajar las retenciones se convierte automáticamente en reducción salarial.
Un abrazo para todos los compañeros
Claudio Leoni. Secretario General de Festram